
Un insólito y complejo caso se desarrolla en Chiguayante, donde un vecino adquirió la mitad de una plaza pública. Andrés Salas compró un terreno de 246 metros cuadrados en calle Videla 513, sin saber inicialmente que correspondía a una parte del área verde conocida como plaza José Palma Barrera.
El comprador asegura que todo el proceso fue legal, ya que el Servicio de Impuestos Internos (SII) reconoce la propiedad a su nombre, y el Conservador de Bienes Raíces certificó la compra por 45 millones de pesos. Además, obtuvo un certificado de uso de suelo de la Municipalidad de Chiguayante, el cual indicaba que el terreno tenía un destino habitacional y comercial.
Tras la compra, Salas intentó cerrar el espacio y retiró los juegos infantiles, aunque la municipalidad los repuso rápidamente. Actualmente, el lugar no puede ser intervenido hasta que la Corte Suprema resuelva el caso.
