
En un giro crucial en la investigación del naufragio de la lancha «Bruma», buzos artesanales que exploraron los restos de la embarcación cerca de la isla Santa María han proporcionado información valiosa. Los buzos reportan que la embarcación muestra daños compatibles con una colisión por una embarcación mayor, y que parte de la lancha se encuentra a más de 100 metros de profundidad, sujeta por cordeles, lo que podría requerir el despliegue de robots submarinos y buzos de aguas profundas de la Armada de Chile, similar a lo realizado en la recuperación de cuerpos del «Magdalena II». También se pudo apreciar pintura azul en gran parte de la lancha, lo cual reafirma la hipótesis de la colisión.
La principal esperanza de encontrar con vida a los 7 tripulantes desaparecidos se centra ahora en la localización de la balsa salvavidas, que se presume podría haber sido utilizada en un intento de evacuación.
Las autoridades marítimas continúan desplegando un operativo de búsqueda exhaustivo, tanto por mar como por aire, con la colaboración de embarcaciones civiles. El enfoque principal es rastrear cualquier indicio que pueda llevar a la ubicación de la balsa salvavidas y, con ello, a los tripulantes.
El hallazgo de los restos de la lancha confirma la gravedad del incidente y refuerza la teoría de que la «Bruma» sufrió un impacto severo durante la madrugada del 30 de marzo.
Las condiciones marítimas en la zona, con vientos y oleaje significativos, continúan dificultando las labores de búsqueda.




