
Este sábado se realizó en el Juzgado de Garantía de Talcahuano la audiencia de formalización contra Luis Jarpa Ramírez, de 22 años, imputado por el homicidio de un niño de 10 años con Trastorno del Espectro Autista (TEA), ocurrido el pasado martes.
Jarpa, padrastro de la víctima, quedó en prisión preventiva por los tres meses que durará la investigación. La medida cautelar será cumplida en el Complejo Penitenciario Biobío, desde donde participó de forma remota en la audiencia.
Durante la instancia judicial, el imputado intentó ofrecer disculpas públicas justo cuando la familia del menor ingresaba a la sala. En tanto, el fiscal de la causa, Juan Yáñez, explicó que “el imputado confesó su acción, no el hecho. Es decir, admitió haber realizado una acción determinada, aunque dándole una connotación distinta a la que se le atribuye en la acusación”.

El caso ha generado conmoción en Talcahuano y ha puesto nuevamente en el centro del debate la protección de la infancia y los cuidados de niños con condiciones del neurodesarrollo.